“QUIEREN UN AJUSTE”
"La vocación del espectro opositor es pedirle al Poder Ejecutivo que se rinda. Quieren forzarlo a que haga un ajuste." Carlos Heller pronostica tiempos turbulentos, dice que la gobernabilidad está en riesgo y descree de la vocación de diálogo de la oposición. El diputado del bloque Nuevo Encuentro Popular y Solidario rechaza con énfasis los argumentos planteados por los bloques opositores para cuestionar el uso de reservas. También cuestiona el rol que en el marco de esta crisis política están asumiendo los diputados de centroizquierda que siguen a Pino Solanas. "Espero que Mercedes Marcó del Pont no sea el chivo expiatorio que usen los senadores para llevar adelante su venganza."
Por Martín Piqué
–La Justicia dispuso que no se pueden usar las reservas para pagar a los bonistas. La Presidenta dijo que no pensaba defoltear y el Ejecutivo podría no acatar el fallo. ¿Cómo puede evolucionar esta situación?
–Es un típico conflicto de poderes. Se comete une error si no se hace un análisis político y se lo analiza desde lo judicial. Desde ese espectro que se proclama como oposición, hay vocación de pedirle al Ejecutivo que se rinda, que se someta. El resultado sería que en el país, en vez de tener un Ejecutivo que gobernara, pasaría a tener un sistema parlamentario donde el Ejecutivo ejecutaría lo que el Parlamento le vaya estableciendo. Estamos frente a un choque de trenes. El Ejecutivo no va a poder sancionar nada, porque el Parlamento no se lo va a aprobar, y el Parlamento no va a poder sancionar nada, porque el Ejecutivo se lo va a vetar.
–¿Puede haber una negociación de último momento que destrabe el conflicto por el decreto que creó el Fondo de Desendeudamiento?
–Que se dialogue no me parece mal, que se busquen alternativas tampoco. Pero dialogar es como hacer el amor: si no hay dos, es difícil. No alcanza con la voluntad del Gobierno. Estamos en un punto donde hay una enorme tensión, se está discutiendo si hay un Ejecutivo que se rinde y deja de dar batallas. El tema de fondo es la cerrada negativa de la oposición a posibilitar que se usen las reservas para pagar la deuda. Quieren forzar al Gobierno a efectuar algún ajuste en la ejecución presupuestaria.
–Desde la oposición aseguran que si las reservas se usan para pagar deuda a los bonistas, la Corte Suprema de Estados Unidos podría avalar un embargo por parte de los fondos buitre.
–Cuando escucho eso me acuerdo de los pronósticos agoreros del tipo "vamos a tener que importar trigo", "vamos a tener que importar carne", de las amenazas de todos los males. Lo cierto es que ha habido cinco o seis intentos de embargos y en todos los casos los fallos fueron favorables a la Argentina.
–Otro de los argumentos de la oposición es que pagar la deuda con reservas tendría un efecto inflacionario.
–Eso es una cosa sin sentido. Porque lo que se está haciendo es pagando deuda y achicando costo fiscal. Pagar deuda con reservas tiene efecto monetario neutro: para comprar los dólares no se emite moneda. Si uno mira el flujo de vencimientos de la deuda podría ver que el desembolso se va dando de una manera muy gradual. Dada esa gradualidad, es muy probable que las reservas se incrementen por vía del superávit comercial.
–La semana pasada se dijo que algunos bloques opositores no descartaban un adelantamiento de las elecciones presidenciales.
–El fondo de la cuestión es recortarle al Ejecutivo la capacidad para usar recursos fiscales porque eso le mejoraría sus chances políticas con respecto a 2011. Quieren obligarlo a ajustar, porque si tiene que ajustar le va a pasar lo mismo que sucede en Grecia. Por otro lado, me parece brutal que se quiera hacer tronar el escarmiento con Marcó del Pont. Una semana antes todo el mundo le reconocía idoneidad, transparencia, antecedentes. Ahora ni siquiera cumplieron las formas. Hay un ensañamiento sancionatorio. Los que se llenaron la boca con la seguridad jurídica y del respeto a las formas republicanas, ni siquiera la llaman, no la escuchan, no respetan los plazos.
–¿Qué opina de la posición del otro bloque de centroizquierda?
–Termina siendo funcional al centroderecha. El resultado de esta discusión no va a ser que logremos una reforma fiscal con la que estoy de acuerdo. Esa reforma debería eliminar impuestos distorsivos, bajar el IVA a los artículos de primera necesidad y gravar lo que hay que gravar: el patrimonio y la minería, la actividad financiera, las herencias. Eso lo podemos discutir pero en este caso es sólo un adorno que busca justificar una posición que, si triunfa, llevará a una política de ajuste.
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