NINGÚN “ÉXITO” ECONÓMICO PUEDE DARSE A COSTA DEL MERCADO INTERNO Y LOS TRABAJADORES
Entrevista a Gustavo Casciotti, presidente de APYME Mar del Plata
En esta nota el dirigente marplatense señala las contradicciones e inequidades del actual modelo, en particular desde el punto de vista del sector Pyme y de los pequeños comercios de proximidad. También se refirió a la actual situación de la ciudad y del turismo local, lesionado por las políticas del “dólar barato”.
Consultado por la situación de los pequeños y medianos comercios como el que encabeza en la zona del macro centro marplatense, de tipo autoservicio, el dirigente afirma que “como comerciantes Pymes estamos profundamente preocupados porque vemos un mercado interno cada vez más deteriorado, producto de la pérdida de capacidad de compra de los consumidores, de los cuales dependemos, y en paralelo, una incidencia creciente de las tarifas, que vienen carcomiendo nuestra ecuación de rentabilidad, lo que nos deja en una situación de gran vulnerabilidad.
El Gobierno tiende un discurso que alienta la libre empresa y los emprendimientos, ¿no hay medidas que favorezcan a estas empresas?
No vemos en este tiempo que se hayan tomado medidas a favor del sector Pyme. Algunas se anuncian como supuestas mejoras para el sector, como la posibilidad de exhibir los precios de la mercadería en dólares, como si eso tuviera alguna afectación en la capacidad de compra o en el posible aumento de las ventas de los pequeños y medianos comercios. También se promueve la flexibilización de las condiciones para importar, pero en definitiva estas medidas perjudican a la industria nacional, al empleo y por consiguiente al mercado interno. En el mediano plazo, es un certificado de defunción. Incluso se avanza contradictoriamente con medidas como la reciente baja de retenciones a la exportación de granos, que beneficia mayormente a sectores ya privilegiados y algunas economías regionales, pero atenta contra ese excedente ya que sacrifica ingentes recursos para el fisco y que lo obligará a profundizar el recorte de partidas que profundizarán el espiral recesivo.
¿No hay recuperación?
Lo que vemos es lo contrario. La clara demostración del deterioro del mercado interno son los últimos informes, que dan cuenta de una caída de cerca del 18 por ciento de la venta de consumo masivo en el mes de diciembre. Y la situación en enero no se recuperó. Más allá de los fuegos artificiales de un gobierno que pretende presentarnos una realidad que va a contramano de lo que realmente nos pasa a los que producimos, a los que invertimos, a los que damos trabajo y a los que trabajamos.
¿Y en perspectiva para este año?
La verdad es que las perspectivas que tenemos por delante son bastante desalentadoras, porque el Gobierno acaba de anunciar que piensa reactivar el consumo a partir de la apertura de importaciones o del uso de los ahorros en dólares de la gente. Creemos que es el camino para sumar más deudas.
Pero el Gobierno reivindica logros como la baja de precios
Lo que hay es un ritmo menor de crecimiento menor de algunos precios, y otros que bajan relativamente, como decíamos, a costa de destruir la industria local. Pan para hoy, hambre para mañana, como sucedió en los 90. Otra clara falacia está relacionada con el superávit fiscal, “gran éxito” de este gobierno que en realidad es una trampa.
¿Por qué?
Porque se logró a costa del sacrificio de los jubilados, de los pensionados, del retiro de la obra pública, de la no transferencia de recursos a las provincias y a las universidades, del sacrificio de las partidas de salud y educación. ¿Podemos hablar de éxito cuando ese logro es a costa del mercado interno y de los trabajadores?
¿La situación en la ciudad refleja este estado de cosas en lo nacional?
Vemos que la ciudad de Mar del Plata ha avanzado en una concepción dual, en donde parecería que hay dos ciudades en una. Una de ellas, a cargo de muy pocos marplatenses, que son los que gozan de la capacidad de consumir y para la cual cual se montan la mayor parte de los servicios. Y otra Mar del Plata, mucho más grande, más profunda, atravesada por la desocupación, por las carencias, por la precariedad, que realmente generan una profunda inequidad en una ciudad que, cosméticamente, se muestra de una manera cuando la realidad es otra.
¿Cómo se desarrolla la temporada en este marco?
Mar del Plata es una plaza turística por excelencia. Es el principal destino turístico del país, y eso implica que siempre haya afluencia de gente. Sin embargo, un tipo de cambio claramente atrasado ha determinado que esta temporada sea distinta, que muchos turistas que históricamente elegían Mar del Plata para vacacionar una semana o un fin de semana, hayan cambiado su destino y hoy por hoy estén vacacionando en las costas uruguayas o de Brasil. Esto obviamente lesiona al mercado interno de Mar del Plata y hace que la temporada, aunque cuente con gente, no sea ni siquiera la que tuvimos en enero de 2024.
¿Qué medidas se podrían tomar para mejorar la situación?
Principalmente, reconocer el estado que hemos denominado de “emergencia” Mipyme, con muchas empresas en peligro de cierre o en trance de despedidos. Nosotros siempre decimos que lo que le pasa a las Pymes es lo que le pasa a la gente. Por eso se torna urgente implementar medidas para cuidar al sector de la pequeña y mediana empresa, que son el 99 % de las firmas existentes. Por ejemplo, retrotraer y discriminar las tarifas atendiendo la realidad de los sectores productivos y comerciales, que hoy por hoy nos afectan por partida doble, lesionando la capacidad de compra de nuestros consumidores y confiscando nuestra ecuación económica. Necesitamos activar el mercado interno para que nuestros consumidores puedan comprar más e impedir los embargos del Fisco a los que nos arrojaron con el decreto que restablece esas medidas contra las Pymes, fuertemente rechazado por nuestra entidad. Seguiremos insistiendo en la emergencia y en acciones y propuestas para hacer visibles revertir los daños que causa este modelo y comenzar a revertirlo.
30.01.25