EL PAPEL DE LAS PYMES EN UN PROYECTO PRODUCTIVO NACIONAL CON INCLUSIÓN SOCIAL
Mañana 10 de diciembre asumen sus bancas los legisladores electos en los últimos comicios, en coincidencia con los festejos por los 30 años desde la restitución de la democracia en nuestro país y el Día Internacional de los Derechos Humanos. Desde la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) celebramos este hecho como ciudadanos y empresarios comprometidos con el destino de nuestra Nación, que en todo momento hemos sostenido que el desarrollo del país y de las Pymes no es posible sin la irrestricta vigencia y profundización de las instituciones democráticas.
La dictadura cívico militar llevó a cabo un verdadero genocidio social y económico con el fin de instaurar las bases del modelo neoliberal que tuvo su auge en los años ’90 y provocó la crisis de 2001 y 2002. APYME bregó continuamente, desde su fundación en 1987, por revertir la devastación que aquellas políticas causaron en el entramado productivo nacional.
Nuestra entidad siempre sostuvo la importancia del fomento del mercado interno, la industria nacional, la redistribución equitativa de la riqueza y la integración regional como pilares de cualquier proyecto de desarrollo soberano e inclusivo.
Desde 2003 estas aspiraciones, que creemos constituyen las de una gran mayoría nacional, se vienen traduciendo en acciones de gobierno, por lo que nuestra entidad viene impulsando y respaldando los significativos avances que se han producido en la recuperación y ampliación de los derechos humanos, sociales y económicos.
Al mismo tiempo, de acuerdo con su papel específico de representante de un importante conglomerado de micro, pequeñas y medianos empresarios en todo el país, busca canalizar las problemáticas concretas del sector y propone indispensables debates de fondo para avanzar con mayores transformaciones.
MEJORAS PARA LAS PYMES Y LOS SECTORES POPULARES
Durante los últimos diez años se ha venido construyendo un proyecto político de raigambre nacional y popular que fundamentalmente se ha propuesto, con las enormes dificultades que tal objetivo conlleva, la reconstrucción del entramado social y productivo nacional devastado por el neoliberalismo.
Como se ha señalado, y creemos que hace falta remarcarlo, la principal característica de este proceso, que por supuesto no es lineal y está atravesado por una coyuntura compleja local e internacional, ha sido reconquistar la potestad política del Estado nacional por sobre los poderes fácticos y corporativos.
Sobre esta base se han logrado significativos avances, como la política de desendeudamiento quita de deuda, la estatización de los fondos previsionales, la Asignación Universal por Hijo, la recuperación y ampliación de derechos laborales y sociales, la extensión y movilidad de las jubilaciones, la creación del Ministerio de Industria, la revalorización de la Sepyme, la reforma de la Carta Orgánica del BCRA, la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, entre otros puntos importantes.
También se recuperaron resortes del Estado para manejar los recursos estratégicos de la Nación, que tuvo hitos fundamentales como Aysa, Aerolíneas Argentinas e YPF.
En el mes de noviembre se recordó un hito como el NO al ALCA durante la cumbre presidencial de noviembre de 2005, que significó ni más ni menos que impedir la anexión neocolonial a los Estados Unidos y el inicio de avances hacia procesos de integración con correlato en la ampliación del Mercosur y la creación de la UNASUR y el CELAC.
En este periodo, la economía creció consistentemente, se duplicó el PBI industrial y hubo una recuperación sensible del empleo y el salario. Ante la crisis internacional, hubo una fuerte apuesta a la protección de la industria y el empleo locales.
En estas condiciones el conjunto de las Pymes pudo recuperarse y en muchos casos expandirse, aun de modo heterogéneo, favorecidas por el sostenimiento de la demanda interna y mejoras en la distribución del ingreso, lo que posibilitó la reconstrucción de los tejidos productivos locales devastados por las políticas desreguladoras de décadas anteriores.
Estos avances se han realizado, como es notorio, bajo constantes ataques de los sectores concentrados, que actúan bajo estructuras oligopólicas y que han buscado y buscan sostener sus privilegios a cualquier costo, con fuerte eco en grandes medios de comunicación que en son parte constitutiva de esas estructuras.
LOS DESAFÍOS ACTUALES
La persistencia de una fuerte concentración y extranjerización de la economía es uno de los mayores condicionantes para una real democratización en todos los ámbitos, institucionales, productivos y sociales, por lo que hace falta para agudizar los diagnósticos y realizar reformas estructurales que empiecen a revertir este proceso.
Hoy, entre otros factores estructurales, en un contexto de crisis global que no debe ignorarse, la amenaza de la llamada “restricción externa”, mal endémico de la desbalanceada estructura productiva nacional, se presenta como el principal cuello de botella a afrontar para sostener el crecimiento nacional con sentido inclusivo y productivista.
Será necesario buscar alternativas para superar estas dificultades por medio de una inteligente política de coyuntura y al mismo tiempo trazar estrategias de mediano plazo para revertir el proceso sin poner en juego los niveles de actividad ni desproteger a los sectores económicamente más perjudicados.
En sentido contrario, son permanentes los embates de la dirigencia corporativa y sus voceros de la ortodoxia económica para resolver la coyuntura mediante recetas de ajuste sobre los eslabone más débiles. Desestiman no sólo la historia nacional reciente sino también los actuales descalabros en Europa, donde los pueblos están sufriendo la consecuencia de los desmanejos financieros globales.
Otro factor importante es el criterio con que se aborda el problema de los incrementos de precios y la competitividad empresaria, tanto en el mercado externo como en el doméstico.
No hay soluciones simples ni unívocas a problemas complejos que obedecen a una multiplicidad de causas. Sin embargo, creemos que es preciso considerar la fuerte incidencia del accionar de los grandes formadores de precios de la economía en este fenómeno, que actúan de modo cartelizado con el fin de maximizar su rentabilidad a costa de las Mipymes y el conjunto de la población.
Por eso valoramos, en la nueva etapa gubernamental que se abrió tras las elecciones, el énfasis en el sostenimiento de políticas con sentido nacional y redistributivo para afrontar la coyuntura y avanzar con perspectivas de futuro.
Es preciso ponderar las palabras de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien durante el acto de jura de los nuevos ministros de gobierno, Jorge Capitanich (jefe de Gabinete), Axel Kicillof (Economía) y Carlos Casamiquela (Agricultura) llamó a toda la dirigencia social, política, empresaria y gremial a defender la soberanía y la producción nacional a fin de profundizar un proyecto político de desarrollo con democracia e inclusión social.
Estas expresiones, vertidas en el Día de la Soberanía, significaron una reafirmación de que el proyecto que lleva adelante el Gobierno en consonancia con las aspiraciones de vastos sectores políticos, económicos y sociales no se refiere a la aplicación de un dogma sino a la búsqueda de las herramientas necesarias para avanzar en la reconstrucción del tejido productivo nacional sobre la base de políticas activas.
DEBATES ESTRATÉGICOS
APYME asume el compromiso, de acuerdo con las palabras de la Presidenta, de aportar ideas y propuestas desde la visión del sector.
Las Pymes, reconocidas como la mayor parte de las empresas existentes y principales generadoras de empleo, están llamadas a ser protagonistas de un proceso de democratización económica y social.
Estas empresas, reconocidas por su dinamismo y capacidad de adaptación, no pueden ser competitivas sin que medien iniciativas gubernamentales que combinen el apoyo sectorial con las regulaciones necesarias para que el conjunto de las Mipymes pueda ver reflejadas sus necesidades en las políticas públicas y acceder realmente a los beneficios disponibles.
Por este motivo nuestra entidad ha venido apoyando iniciativas, aportando ideas y canalizando inquietudes en distintos planos relacionados con el contexto productivo en cada lugar, pero al mismo tiempo viene insistiendo en que es indispensable encarar una planificación integral en el mediano plazo.
En este sentido consideramos que deben contemplarse algunos puntos esenciales:
- Evaluar y aplicar una más adecuada segmentación del sector de las micro pequeñas y medianas empresas, con un registro efectivo de estas unidades productivas, a fin de diferenciarlas de las grandes empresas, tanto por una indispensable equidad distributiva como por la necesidad de orientar adecuadamente las políticas de apoyo.
- Crear un nuevo régimen de fomento a las micro, pequeñas y medianas empresas, con participación de todos los segmentos productivos, que dote al Estado de las herramientas estratégicas para la correcta y eficaz ejecución de las medidas de protección, desarrollo y promoción, con acento en el compre local y compre Mipyme, fomento del asociativismo y la vinculación tecnológica.
- Debatir el definitivo reemplazo de la ley de entidades financieras por una normativa que haga del crédito un servicio público a favor de las mayorías sociales, la economía solidaria, las Pymes y la industria nacional.
- Instalar la discusión de propuestas para una reforma tributaria progresiva e integral, instrumento indispensable para aspirar a un cambio en el patrón de distribución de la riqueza que beneficie a los sectores mayoritarios.
- Tomar medidas concertadas con los distintos actores económicos para realizar y dar a conocer un diagnóstico preciso de la conformación de distintas cadenas de formación de precios a fin de contrarrestar los altos niveles de concentración y extranjerización, estimulando un proceso planificado de sustitución de importaciones con base en la recomposición del tejido industrial Pyme de todo el país.
- Encarar una regulación efectiva de las grandes superficies comerciales, para lo cual debe discutirse una normativa de alcance nacional que dé un marco para los distintos niveles de aplicación provincial y local.
- Discutir el manejo del conjunto de los recursos naturales estratégicos, con activa dirección del Estado nacional y participación de los actores de las economías regionales para incidir positivamente en el desarrollo local con sustentabilidad en el mediano y largo plazo. La necesaria regulación del precio de la producción agropecuaria debe encararse bajo esta visión de conjunto.
- Encarar un plan de promoción de las exportaciones Pymes, acentuando la participación de estas empresas en los procesos de integración productiva regional, que deben ser preservados y profundizados.
Como dirigentes de una organización gremial empresaria con orientación política progresista sabemos que estos enunciados, que no agotan la agenda de la “Sintonía Pyme”, son parte de las asignaturas pendientes, estamos convencidos de que lo fundamental en esta hora es defender y profundizar los avances realizados para poder seguir construyendo un proyecto nacional democrático y mayoritario.
Con este ánimo manifestamos nuestra plena voluntad de participación en los espacios institucionales que se generen para recoger los aportes e inquietudes de todos los sectores del trabajo y la producción.
Creemos que éste es el camino para consensuar políticas de Estado bajo una visión estratégica e integral del desarrollo nacional y regional, fuera de la lógica de los poderes corporativos y la ortodoxia económica, con el objetivo común de lograr mayores niveles de inclusión social, democracia y soberanía como pilares esenciales de la dignidad y el bienestar de todos los argentinos.
Buenos Aires, 9 de diciembre de 2013