La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) alerta por el carácter antiindustrial y reñido con el interés nacional de las posturas expresadas por economistas de sectores de la oposión y referentes de grandes grupos económicos reunidos en el día de ayer en la Sociedad Rural.

En la jornada se reunieron representantes de las grandes empresas transnacionalizadas (AEA ) , los bancos internacionales (ABA) el mal llamado “campo” ( grandes actores del complejo agroexportador ), para ratificar su visión del Estado y del gobierno como “gerenciadores” de los grandes intereses privados.

Ya volcaron esta postura en un documento programático en que dejaban muy en claro cuál es el programa de gobierno que buscan imponer: desregulación de la economía, ajuste recesivo con transferencia de ingresos hacia los grupos concentrados, desempleo y felxibilización laboral, reprimarización con inserción internacional agroexportadora , subordinación al poder económico global, alejamiento del MERCOSUR. Como garante de ese orden, un Estado mínimo que administre los intereses corporativos y las fuerzas de seguridad con función represiva.

Tampoco se abstuvieron de despreciar las estrategias redistributivas en curso, los avances realizados en la disminución de la pobreza y el desempleo y el “gasto” en la educación pública.

En esta ocasión contaron con la significativa presencia de economistas de la oposición (Unión Cívica Radica, Frente renovador y PRO), quienes se comprometieron a cumplir con los mandatos de los autodenominados “hombres de negocios”, principalmente en cuanto a eliminar las retenciones y los controles a las grandes ganancias y la evasión impositiva de los grandes exportadores.

Los micro, pequeños y medianos empresarios, el conjunto de la industria nacional, los productores de las economías regionales, los trabajadores, el cooperativismo y la economía social, quedan fuera del país que quieren diseñar los poderes corporativos. Sus “reglas del juego” no incluyen a las mayorías.

APYME llama a todos los sectores de la producción nacional y el trabajo a repudiar estas expresiones y continuar aportando al debate y las propuestas para profundizar un proyecto que garantice mayores avances en la reindustrialización, la justicia social, la soberanía y la inserción internacional de acuerdo con intereses locales y regionales.