DEFENDER EL ENTRAMADO PRODUCTIVO NACIONAL
La emergencia ocupacional y la emergencia de las Pymes son dos caras de un mismo problema de fondo: la imposición de un modelo excluyente
La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) ve como un hecho positivo la actual discusión en el Congreso sobre la emergencia del empleo en el nivel nacional, que responde a una fuerte caída en la actividad promovida por las políticas de desregulación y ajuste que impulsa el actual Gobierno.
Las Pymes y los trabajadores forman parte de un mismo entramado social agredido actualmente por una brutal transferencia de ingresos desde los sectores de la producción nacional hacia los grandes exportadores, la industria concentrada y el sistema financiero nacional y multinacional.
Es inaceptable la actitud del Gobierno de intentar minimizar la magnitud de los despidos en medio de un proceso de desmantelamiento de áreas estratégicas del Estado, freno de la obra pública e indiferencia oficial ante el accionar de las empresas concentradas y formadoras de precios.
Asimismo es inaceptable que a casi cinco meses de asumir el nuevo gobierno, el conjunto de las Pymes no haya sido destinatario de una sola medida de apoyo. Por el contrario, el sector que constituye el 95% de las unidades productivas y provee más del 75% del empleo, afronta aumentos desmedidos de costos e insumos, apertura de importaciones, caída en las ventas, disminución del crédito y restricciones al financiamiento.
Por estos motivos subrayamos que la emergencia de las Pymes y la emergencia ocupacional son dos caras de una misma problemática de fondo: la restauración de un modelo socialmente excluyente, que prescinde de la industria local y se encamina a la inserción de la Argentina en un esquema de libre comercio con grandes potencias que significará un grave perjuicio a las empresas nacionales y el empleo.
Confluencia productiva y social
En este marco, consideramos que es preciso apuntalar toda iniciativa que resguarde el trabajo y fomente la actividad de las Pymes sobre la base de una diferenciación adecuada del sector. Equiparar a las Pymes con las grandes empresas concentradas suele ser un modo de legitimar proyectos que benefician principalmente a las corporaciones, a costa del empleo y los derechos laborales, como sucedió en los ’90 con la “flexibilización”. Son las mismas grandes empresas que históricamente se benefician con los ciclos de endeudamiento externo como el que ahora se reinicia, fugando capitales en lugar de reinvertir en el país.
Creemos que el actual debate debe ser un punto de partida para el verdadero “sinceramiento” de la economía nacional: el de asumir la necesidad imperiosa de establecer las condiciones para mantener e incrementar el empleo. Esto implica una urgente reversión de las medidas regresivas que hoy se intenta legitimar bajo la mentirosa excusa de la “herencia” recibida y el renovado designio de “pasar el invierno” (hoy se dice “esperar al segundo semestre”).
Estas condiciones no resultarán de las políticas de metas de inflación y el enfriamiento de la economía, que llevarán a la recesión, cierre de Pymes y una mayor pérdida de puestos de trabajo. Es preciso recuperar un rol activo y eficaz del Estado en favor del desarrollo con inclusión. Esto significa impulsar el fomento del crédito productivo; una política monetaria soberana; la defensa de la industria nacional con sustitución de importaciones; un costo razonable de la energía; medidas fiscales adecuadas para las Pymes junto con política impositiva progresiva; restitución de medidas que protejan el consumo interno, de acuerdo con criterios de equidad distributiva; protección de las producciones regionales; control de los formadores de precios monopólicos y seguimiento de las cadenas de valor, entre otras medidas.
Somos conscientes de que esta agenda implica una abierta discusión con el proyecto en marcha, que sólo puede darse mediante la conformación de un gran espacio económico y social. Pymes industriales, comerciales, de servicios, pequeños productores agrícolas y ganaderos, cooperativistas, trabajadores, estudiantes, profesionales y científicos deben convocarse para bregar por el trabajo genuino, la producción nacional y la integración soberana en el contexto internacional.
Buenos Aires, 27 de abril de 2016
COMISIÓN DIRECTIVA NACIONAL