La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) y otras cámaras empresarias del sector mantuvieron una reunión con la cúpula de la CGT, en el marco de la convocatoria a la movilización del 7 de marzo.

Durante el encuentro se plantearon las variadas dificultades que atraviesa el sector productivo, que ya no logra contener los efectos nocivos producto de una política económica impuesta para favorecer a los grupos económicos concentrados, agro-exportadores, mineras, energéticas y sectores financieros.

Desde la llegada del macrismo miles de pymes tuvieron que abandonar la actividad dejando muchísimas familias en la calle. Y aquellas que aún resisten los vaivenes de la economía, ya advirtieron que están asfixiadas y que de no modificarse el rumbo, también caerán en desgracia.

En este marco, un amplio grupo de referentes del sector de la micro, pequeña y mediana empresa mantuvo hoy una reunión con la cúpula de la CGT para expresar sus penurias y apoyar la marcha y movilización del próximo 7 de marzo

La totalidad de las entidades presentes, cámaras sectoriales y entidades nacionales, manifestaron su apoyo y participación de la misma.

La reunión se dio en el marco de la crisis que atraviesa el sector, producto de las políticas económicas implementadas por el gobierno nacional, que lejos de propiciar un escenario de reactivación económica, están hundiendo al mayor sector productivo del país.

Durante el encuentro, todos y cada uno de los empresarios y dirigentes presentes pudo vertir sobre la mesa, las dificultades propias de cada actividad. A su tiempo, el presidente de APYME, Eduardo Fernández, expresó que “el sector pyme, tanto a nivel industrial, comercial y de servicios, está sufriendo un modelo económico que lo excluye y que en el corto plazo potenciará la pérdida de puestos trabajo y cierre de empresas, que ya se vienen dando desde el pasado año”.
Eduardo Fernández, presidente de APYME

Asimismo resaltó que “desde el comienzo del 2017 solo se han elaborado medidas que profundizan un rumbo que ya ha demostrado cabalmente que lleva a la destrucción tejido productivo”.

“Esta gestión viene motorizando políticas de ajuste estructural con transferencia del ingreso hacia sectores concentrados exportadores, formadores de precios en el mercado local, y el sistema financiero especulativo local e internacional, con una creciente apertura de importaciones y una suba desproporcionada de tarifas en los servicios públicos, en detrimento de la industria y el trabajo nacional”.

En esa línea, tanto Fernández como el resto de los dirigentes empresarios presentes advirtieron que “la política de apertura indiscriminada de importaciones, como pretendida herramienta antinflacionaria, ya ha demostrado que no tuvo el efecto buscado en la política de precios, sino que en realidad atenta contra el mercado interno y deteriora la distribución de la renta”

En otro orden, se le propuso a la dirección de la Confederación General del Trabajo, la intención de impulsar estrategias conjuntas orientadas a corregir el rumbo de la economía y la producción, priorizando la industria local y el trabajo argentino.

El último año la industria tuvo que afrontar altísimos incrementos en sus costos de producción, junto con una fuerte suba de los servicios, un fuerte aumento de los impuestos nacionales, provinciales y municipales, además de una desactivación del financiamiento que atentó directamente en el consumo masivo.

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