OTRO GOLPE AL MERCADO INTERNO Y A LAS PYMES
Devaluación y aumento de combustibles
La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) expresa su alarma ante los aumentos de combustibles de 7,2 % para las naftas y 6 % para el gasoil, con lo que se acumula a subas de un 8% a principios de año y acumula un 51% desde diciembre de 2015.
Estos precios, convalidados en el marco del acuerdo entre las empresas y el gobierno de ajustes trimestrales, tienen uno de sus componentes en el reciente salto cambiario, con un dólar que superó ya los $ 17. Al contrario de lo que viene sosteniendo el Gobierno, se verifica una vez más que la devaluación se traslada a los precios internos.
Esto no sucede solamente con los combustibles, sino con todos los componentes de las cadenas de valor, a causa del comportamiento tradicional de los grandes formadores de precios, que en ningún momento han dejado de maximizar su rentabilidad mediante la remarcación de sus productos, con el consiguiente perjuicio sobre el salario y la demanda masiva.
Es determinante la actitud del complejo agroexportador: al tiempo que retiene las cosechas especulando con la suba del dólar, incide drásticamente en los fuertes aumentos en el precio de los alimentos, como los registrados durante el último mes.
En este marco, las Pymes siguen siendo doblemente perjudicadas, ya que sufren por un lado los aumentos de insumos, energía y combustibles sin poder trasladarlos a precios en un marco de continua caída en las ventas a causa de la pérdida de poder adquisitivo de la población.
Las autoridades económicas insisten en el intento de reducir la inflación por medio de políticas restrictivas, con altas tasas y apertura de importaciones, sin tomar nota de que el proceso de aumentos continúa en un marco recesivo. De este modo se sigue destruyendo a la industria nacional y las pequeñas y medianas empresas, que fundamentalmente dependen del mercado interno.
Mientras, estas políticas continúan beneficiando a los sectores financieros especulativos, las empresas de energía y las grandes corporaciones locales y extranjeras, que no realizan inversiones productivas, sacan sus divisas fuera del país y controlan sus costos mediante salarios a la baja, despidos y suspensiones.
Para las Pymes esto significa una agudización de la emergencia sectorial, que no está determinada mayormente por los juicios laborales, como pretende el Gobierno, sino por una política económica regresiva, desigual y destructora del aparato productivo nacional.
APYME continuará realizando acciones junto con los demás sectores perjudicados en defensa del mercado interno, el trabajo y la producción nacional.
Buenos Aires, 4 de julio de 2017
Eduardo Fernández
Presidente
Juan José Sisca
Secretario